Mi gata se llama Belen (sin acento, el nombre no es cosa mía, lo juro). Me tiene un poco harta... y suelo decir, a veces, que la regalo (en un lote, si me apuran)... pero no es verdad.
Es un poco deficiente, sí, vamos, quiero decir para gata. Mira los pardales y en vez de querer comérselos, yo creo, que quiere hacerse amiga suya. Si la achuchas o, como es el caso de Warein, la agobias... ella te lame... eso quiero decir con deficiente... que no llega a gata completa, le falta el instito felino (ese característico).
Es más guapa! y lo que más feliz la hace es que la cojas, la acaricies y la mimes... a poder ser horas y horas... nunca he probado su resistencia a estar así... siempre me canso, yo, antes.
Todos sabemos que es bizca... pero, a pesar de lo que diga Anaïs, eso la embellece... le da otra peculiaridad de única, más todas con las que ya cuenta. Y todos sabemos, también, que tiene "casi" la capacidad de hablar, lo haría, seguramente, con más asiduidad, si no fuera porque no nos gusta tener una gata tan diferente en casa (un poco vale) y la reprendíamos cada vez que lo intentaba.(sé que parece broma...).
Y por qué hablo ahora de mi gata... pues porque también llora. No importa lo que diga el veterinario, al que nunca pregunté, y que tendría una explicación biológica (como la sequedad de los ojos, el ambiente polucionado....)... Belen llora porque me voy... me ha visto hacer las maletas (una muy grande, que seguro que hace frío a pesar de lo que diga internet), me ha visto de los nervios y sabe que durante no sabe cuánto, (a eso no llega, es deficiente, dije), no voy a estar para dormir la siesta con ella, ni para jugar, no le faltará comida, ni agua, y le limpiarán su caja... pero me quiere y ella también me va a echar de menos, al menos a la hora de la siesta. MJ