domingo, mayo 28, 2006

Parece que la fiesta terminó...



Cuando llevas tanto tiempo esperando algo, lo imaginas de todas las formas posibles en tu cabeza, y si al llegar el momento acabas tan emocionado y tan satisfecho como acabamos nosotras, es que ha sido algo grande.

Valladolid, 27 de Mayo de 2006. Nueve horas de pie, con el altavoz a unos metros de distancia, sin agua a la vista y con unos niños detrás que, maldita sea, me daban codazos en la cabeza (seré enana...). No importa, valió la pena. Retrocedimos diez años en el tiempo para verlos juntos de nuevo, para oír esas canciones que tanto nos emocionan y que nos pillaron un poco pequeñas en su día. "¡Jamás imaginé que fuera a oir esta canción en directo!", que me decía Ana. Y, bueno, para qué negarlo, no es sólo que nos gusten las canciones, ¡¡es que ellos son fantásticos!! Sólo nos faltó el autógrafo y la foto de rigor, pero no se puede todo, que ya estábamos en primera fila y, qué coño, los volveremos a ver.

Y no sólo fueron Calamaro y Ariel Rot, es que lo valieron todos, se lo curraron. Y la compañía era estupenda, un abrazo muy fuerte a esas dos valientes que compartieron risas, kilómetros, ilusiones, sueño (Laura, ¡¡o nos dormimos todas o ninguna!!) y casi casi casi lágrimas conmigo. Nunca podré olvidar este concierto, ni las zapatillas verdes de Coti, ni los posters que mangamos, ni "Sin documentos". Y ahora, mi gran un momento fan: "¡¡Andrés, eres el puto amo!!".

PD: Siento que no se les vea bien en la foto, es que las otras en las que están juntos han salido borrosas.

Culpa mía

Que se hizo de las miradas de soslayo, de las sonrisas a medias, de las carcajadas que me desconcertaban, de las conversaciones entre dos, de las complicidades....¿¿¿¿????
A dónde fueron, quién me las robó.
La culpa fue mía, debí meterlas en mi pequeña maleta con candado, o en mi monedero rojo de cremallera, o en la cajita de los secretos, aquella blanca y negra de Budapest.
Ahora, parece que nunca existieron... pero no es verdad, llámame tonta, pero sé que estaban, que se mantuvieron un tiempo.
A lo mejor es que no las regué y se secaron...O aprovecharon la noche... para dormir. O las eché al viento y volaron... O cayeron, fui torpe al recogerlas y la tierra las enterró... O las dejé en la calle y la lluvia las ahogó en algún charco... O como era invierno... murieron de frío...
La culpa es mía, lo sé, no supe cuidarlas, contarle cuentos, no pude mantenerlas despiertas, ni siquiera les enseñé a nadar, eran tiernas y blanditas. Desaparecieron... pero no las soñé.MJ

sábado, mayo 27, 2006

Los límites

"yo, creo, que eso nunca lo haría"... "no lo consentiría"... Y como la vida da muchas vueltas... ahí estás, aguantando lo que te echan.
Supongo que nos pasa a todos... te pones unos límites, que van cayendo, con el tiempo o con las circunstancias. O simplemente cambiando.
También es verdad que soportamos, en algunas personas, actitudes y hechos, que de ninguna manera, permitiríamos en otras... algo tendrá que ver el cariño, o el amor, o la admiración o la amistad... lo justificamos con un "tuvo mal día", que no le reconocemos a otros, aunque también sea verdad, calificando su gesto como intolerable para el resto de su/nuestra vida (a no ser que cambiemos los límites).
Ya, eso tiene que ver con la subjetividad y lo que quiero hacer notar es que nuestros límites, al menos los míos, son cambiantes, no sólo según las personas, sino también, las circunstancias... y te metes, de cabeza, en historias de las que siempre has opinado que "tú, eso, nunca" o que "al menos, nunca más".
En fin... no sé si es síntoma de evolución o de degeneración... pero lo superaré. MJ

martes, mayo 23, 2006

Четыре и пять (cuatro y cinco...)

Me asusta pensar que pueda ser un problema, pongamos que de la edad. Prefiero pensar que mis múltiples ocupaciones (que, de verdad, son reales) me juegan malas pasadas.
El número de teléfono de mis padres, el mío antes... lo uso a diario, (no lo tengo ni en la agenda del teléfono) y un día... se niega a acudir a mi memoria, está ahí... puedo comprobarlo un minuto después, pero el instante de agonía nadie me lo quita.
Suelo tener más momentos de agonía... por ejemplo, cuando busco una palabra sencilla, muy utilizada y se niega a salir... Imposible encontrarla.
Todo esto para qué, os estaréis preguntando... pues tan sencillo como que me regalaron un disco con canciones de los "ochenta" y me las sé todas...
No es gratificante recordar la canción de Aute "Una de dos" enterita, estrofas y estribillo (por poner un ejemplo cualquiera y no mencionar a Mecano...) y luego, no acordarte de como se escribe "cuatro" en ruso... cuando voy a tener un examen el día cinco (que tampoco sé muy bien como se escribe, cinco, digo).
Deberíamos tener un botón (ya, para otras cosas también) y eliminar de la memoria todo lo perfectamente inútil, como un montón de canciones de los años 80, e ir dejando espacio para no olvidar nunca el número de teléfono de los padres o poder escribir sin pestañear "четыре у пять"
Me consuela pensar que, al menos, podré ir al examen, cantando, a voz en grito, el "Bienvenidos" de Miguel Ríos, dando el pego. Al fin y al cabo, ambas cosas, son cuestión de memoria. MJ

jueves, mayo 18, 2006

До свидания! Ciao! Au revoir! ADIOS

Ayer me encontraba terriblemente mal, físicamente. Mi cuerpo rechazaba algo, que le estaba haciendo daño. El primer síntoma el dolor, el segundo, el vómito, el tercero... las lágrimas. Tras esto... todo fue arrastrado y cambió para mejor.
Y ahora que me encuentro terriblemente mal, psicológicamente, mi cuerpo, mi mente, funciona parecido, pero no igual, para mi desgracia. Primer síntoma el dolor, el segundo, las lágrimas y el tercero.... ¿dónde está el vómito??? dónde??? dónde????
Quiero expulsarlo, como si nunca hubiera existido. Cuerpo extraño, que no me hace bien ninguno, anclado a mis neuronas, a mi aparato respiratorio e incluso al circulatorio... que me hace daño, sin que yo pueda poner remedio. Con lo fácil que sería meter los dedos hasta el cerebro, localizarlo justo en el lugar que ocupa, molestarle y vomitarle. Después un té que siempre aligera... y adiós imbécil.... voy a buscar alguien más divertido.MJ

Subjetividad, se dice

El otro día hablaba Ibone en su blog de su "teoría dell' autorelativitá" y me vino a la cabeza una historia que leí en un libro de Lucía Etxebarría. Voy a intentar explicarla, porque me impactó. Hablaba de un experimento.
Se colocaba a los individuos, sujetos de observación, unas gafas que distorsionaban todo lo que se veía. La líneas rectas pasaban a ser curvas, de forma que, con las gafas puestas, por ejemplo, los edificios dejaban de ser rectángulos (más o menos) y pasaban a ser óvalos (más o menos). Lo mismo sucedía con las mesas, las sillas... los lapiceros...
Estos sujetos pasaban todo el tiempo con estas gafas.... y al cabo de unos días, que supongo que no serían muchos.... volvían a ver todo como es debido, aún, con las gafas puestas. Líneas rectas dónde debían ver curvas.
Su cerebro no lo admitía y modificaba lo que veía, acomodándolo a lo que había aprendido, (como él sabe que son las cosas). Aquello que no es posible, según nuestro cerebro, no existe.
Generalizando (con el peligro que esto siempre conlleva) me atrevo a concluír que vemos, sólo, lo que queremos ver. Es verdad que la voluntad, a veces, cuenta poco, pero sí lo que hemos vivido, nuestra propia experiencia. Me da un poco de vértigo pensar que la realidad es, a veces, diferente de lo que yo estoy viendo... y lo veo así porque a mi cerebro le conviene.MJ

martes, mayo 16, 2006

Quiero a mi verdugo

"Reanudó la relación". Una mujer, ya sin hijo, ahora casi muerta, anteriormente separada de él... "había reanudado" la relación, hacía poco, y, por fin, la disparó.
¿Qué impulsa a una mujer a volver con su verdugo?
No seré yo quien la juzgue, (me identifico con ella, en un cierto punto de locura, como para juzgarla) por el contrario, creo que puedo entenderlo.
Los motivos pueden ser muchos y difíciles de atajar... tal vez con el paso del tiempo y educación en la autoestima. Ella vale mil veces más que él, pero no lo sabe.
Se me ocurre que, estos, pueden ser algunos de sus pensamientos:
. Él, seguramente, sea el único que la quiera
. Nadie la mira como él
. Ella, ni sabe, ni puede hacer nada
. La conciencia, a través de los años, de lo poco para lo que ella sirve
. El convencimiento de que, tal vez, se merezca lo que él le dice o le hace
. Probablemente, hasta sienta, de vez en cuando, lástima por él. Tiene tantos
problemas.
Cuando todo esto, y más, ha ido anclando en la mente de alguien, a través del tiempo... a ver quien es la guapa que escapa... Si además está por medio el amor, el que alguien te quiere y te necesita (a su manera, eso sí) y a quien tú quieres y necesitas (también a tu manera)... a ver quién es la guapa que sabe salir de ahì
Algunas lo hacen, escapan... Otras reanudan la relación... según las posibilidades que brinda la vida. Maldita suerte!!!. MJ

sábado, mayo 13, 2006

Mi gente

Soy una persona sociable, con habilidades sociales, que se dice. Creo que es de lo único que puedo presumir, aparte de mis hijos (aunque ambas cosas sean subjetivas, según el criterio de cualquiera de vosotros).
Pues eso, que tengo muchos amigos, gente con la que me llevo genial, con la que me gusta ir al cine, hablar, pedir consejo o aconsejar... Para mí, nada mejor que pasar una tarde de charla, más o menos larga, donde la risa y la alegría sean la tónica. Seguramente riéndonos de nosotros mismos.
También vivo con ellos secretos, dolores, sinsabores y tristezas... pero procuro ponerle siempre el trocito positivo, (para mí... el compartir mi/su tiempo)
Mis relaciones, y ya lo he dicho otras veces, suelen ser más o menos coyunturales. En un cole nuevo, gente desconocida con la que establecer vínculos. Idioma nuevo, personas con las que disfrutar unos momentos, unos el primer año... otros el segundo... según la vida me marca. He tenido muy buenos amigos que han desaparecido por completo de mi vida.
Pero quería señalar, hoy, justo lo contrario. Amigos y amigas, hablo de personas concretas, que veo de guindas a ciruelas, que saben de mi vida más que yo misma (y yo de la suya). A las que miro y me miran... y ya saben, ya sabemos. Con las que el tiempo no cuenta, ni el que estoy sin ellas, ni el que estoy con ellas... cuando después de dejarlas estoy infinitamente más contenta que cuando las encontré.
Estamos ahí... y sobre todo sé que me quieren y las quiero.
¡Nos vemos!. MJ

jueves, mayo 11, 2006

Lorenzo Silva

Vaya, por fin...
La primera vez que le escribí (enero del 2003) no pensaba, ni por asomo, que me contestara... y ayer me tomé una caña con él.
Cuando se admira tanto a una persona (me gustaría escribir como él... parece tan fácil, cuando le lees) da un poco de miedo encontrarlo de veras.
Siempre fue agradable conmigo, desde su primera contestación, hasta la última (y siempre respondió). Así y todo, corría el riesgo de toparrme con alguien que no cumpliera con mis expectativas. Altanero, por ejemplo, con el que fuera difícil hablar, estar, siquiera... Pero no.
Me pareció tan agradable como cabía esperar, tan amable, tan simpático.... bueno, vale, es que me cae bien
Alguna de mis amigas dice que me gustan tanto sus libros precisamente por eso... y otras dicen que estaba predispuesta a que me cayera bien porque lo esperaba de antemano.
Pero da igual. Es un tipo estupendo o a mí me lo parece, escribe genial o a mí me lo parece. Y es tan divertido y emocionante tener cerca a alguien a quien admiras...
Voy a escribirle, tengo que darle las gracias. MJ

martes, mayo 09, 2006

Desconcierto

мануела знает... (замешательство)

. no saber dónde estoy, ni en qué momento.
. no conocer que es lo que quiero y no encontrarlo (no querer ni nombrarlo)
. que me obvies y luego me sonrías
que sonrías... (a mí)
. comprenderlo todo sin saber nada
. ver como todo pasa y yo me quedo
. darme cuenta de la falta que me haces... y saber que nunca estarás
que sonrías... (a mí)
. ir a contracorriente
. querer lo imposible y hacerlo pasar por factible (imaginarlo, siquiera)
. no buscar, un minuto, tu mirada y encontrarla (buffff!!! svengo!!!)
que sonrías... (a mí)
. mi corazón por un lado, mi razón al otro extremo
. desear una cosa y hacer otra
. decir, lo que no quisiera decir, callar lo que debiera contar
. oírte lo que de ninguna manera quiero escuchar (y no lo contrario, con lo bien que estaría, con lo justo que sería)

. Reír juntos... eso sí que desconcierta. Мариа Хосе (МХ)

domingo, mayo 07, 2006

Peugeot 205. Rojo

Mi coche me odia. (seguro que os lo he dicho ya, pero es que dependo demasiado de él, lo sé).
El año pasado estuvo sin querer saber de mí más de un mes. No, no es que estuviera estropeado, es que decidió que yo no le arrancara. Todos lo hacían... lo arrancaba Paquita. lo arrancaba mi hermana, creo que hasta Anaïs lo arrancaba... pero, yo, no podía.
Puede que fuese la culpa mía, puede, los más escépticos lo pensarán, pero yo sé que mi coche tiene algo personal conmigo. Por eso, voy con cuidado y precaución todas las mañanas... con cariño, diría yo, y, desde luego, con un poco de miedo.
El otro día tenía un tapacubos flojo, quise colocarlo con fuerza, algo que me falta, y le di con el pie (vale, le di unas pataditas de nada)... y se cabreó. Empezó a hacer ruidos extraños. Nines dijo que estaría poseído. Nooo, estaba demostrándome que él es el que gana, que me puede. En el taller dicen que es algo de frenos, que tendré que estar sin coche algunos días, pero yo sé que lo hace para que le eche de menos, para que aprenda, de una vez por todas, quien es el que lleva la voz cantante en nuestra relación... para que llore por él.
Pero yo ya lo sé, desde luego, no le hacen falta estas demostraciones de fuerza. Se lo digo todos los días, cuando vamos juntos al trabajo. Pero no me escucha.
¿Qué por qué no le dejo??? Ssshhhhhhh!!! Que no nos oiga. Lo estoy pensando, pero... es que... es mi coche. Y no es tan fácil. Le he cogido cariño. Y cuando tenemos buenas rachas... es el mejor.
Otro día os hablo de mi televisión... o de mi plancha... también me tienen inquina y por supuesto mi ordenador. MJ

jueves, mayo 04, 2006

Eh! tú!!

Te voy necesitando menos??? Poco a poco. Llegaré a necesitarte tan poco como me necesitas tú a mi.
No pretendas que recuerde tus gestos cada noche, cuando tú, me dices, que no recuerdas los míos.
No quiero sostener tus miradas, cuando tú esquivas las mías.
Te sonrío, eso sí, porque tus sonrisas son irresistibles. Nadie sonríe como tú.
Y tus palabras... entre dichas y no dichas, entre pensadas e inventadas por mí... voy a aprender a ignorarlas.
Pero dame tiempo. No me hables, no me mires, no asientas cuando hablo, pero, sobre todo, no sonrías...
Ahora te invento, te necesito, te recuerdo, te miro, te escucho y te sonrío... seguramente, porque llueve.
Pero... llegaré a necesitarte tan poco como me necesitas tú a mí... cuando llegue el verano. Entonces hará sol. En ello están puestas mis leves esperanzas.MJ