sábado, agosto 05, 2006

Каникулы. Vacaciones

No me gusta el orden, en general, salvo en mi vida, durante el curso. No podría llevar la vida que llevo si no pusiera un poco de orden. Y me lo dicta el reloj. Con lo cual, quedo marcada por las horas y voy siempre tras de él.
El desayuno, el trabajo (también bastante medido), la comida, compra (o cocinar o limpieza o lavadora o...), de nuevo trabajo (o siesta), las clases de ruso, paro el reloj un rato, la cena... y ya es hora de dormir, maldita sea que mañana te levantas a las 7.15.
Suena fatal, pero no lo es, porque me gusta el trabajo, me gustan mis clases de ruso, en casa me divierto también y ya véis que, algún ratito, paro el reloj.

En vacaciones (y soy maestra) reina el caos en casa, gracias a dios, todo es lento, y a deshora, a veces, descubro con horror que no tengo el reloj puesto. Horas sin hacer nada, viene Warein por sorpresa, me llama Rosa (hace un siglo que no la veo) tengo que ir al dentista, ni siquiera quedo con Manuela de un día para otro... "vale, ya nos llamamos". Duermo mucho de día, y os visito, también, de noche.
Ahora es de día, pero no tengo el reloj puesto... así que, no sé si tendría que estar haciendo otra cosa. Me gustan las vacaciones!!!!. MJ

9 Comments:

Blogger . said...

¿Qué haríamos juntas usted y yo?, ¡que caos!
No uso reloj, deje de usarlo porque soy alérgica al níquel y casi todas las aleaciones con las que se realizan los “watches” (clases de inglés gratis, que eres la enchufada de la profe), pues eso que me ponían la muñeca como una procesión de ronchas y habones…, así pues un día me lo quite y no regreso más…
Me olvido el móvil, casi siempre. No llevo documentación nunca salvo que tenga que coger el “buga” (mi coche/car), y no me importa, es más creo que vivo la mayor parte del día sin saber de horarios…
Cuando hay curro es distinto…
Pero me encanta el desorden, me he pasado a la otra balanza y me encuentro a gusto. Vivo sin visitas ni familiares ni de amiguetes, porque aquí no conocemos a nadie, entonces, imagínate ¡campo a mis anchas!
Aun no he acabado de vaciar el “macuto”, troley, que me lleve al bautizo, pero que conste que el calor es mi peor enemigo, y me alegra que también disfrutes con el desayuno, ¡que momento, que momentazo…!
Un beso, linda.

6:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Todos somos esclavos de las horas, pero yo decidí hace unos diez años, no usar nunca más un reloj.

Por supuesto que cumplo los horarios de trabajo y de rutina, pero se me hace más llevadero el no tener que ir contando los minutos.

Un beso

7:55 p. m.  
Blogger MJ said...

Osea, que no lleváis reloj????. Pues yo no podría vivir sin él. A las 9 empiezo y tengo que darme prisa que viene luego la de inglés, a las dos y media la comida, corriendo, que Anaïs tiene clase a las tres, uy! a las cinco la clase de ruso... uy! coño si ya son las 9 y quedé con Tomás y Manuela, joder!!! la cena que son las 11. Más o menos. A ver cómo se hace eso sin reloj?????

11:00 p. m.  
Blogger Ana said...

Qué fantástico es perderse en el tiempo, ¿eh?
Una que nunca lleva reloj te entiende muy bien. Como siempre. jeje

Besotes!

11:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Uff! Esto de los relojes y la medida del tiempo me daría para un ensayo tamaño XXL. Hubo una época, hace muchos muchos años, en que los relojes me producían verdadero horror, incluso los escondía para no verlos. Para mí el paso del tiempo es a menudo angustioso, y nada peor que medirlo contínuamente para que no dé de sí lo suficiente. Si bien, por otra parte, ocupar el tiempo sabiendo dónde empieza y dónde acaba es la mejor manera de “aprovecharlo”. ¿Aprovecharlo? Me refiero a cuando no tienes más remedio que hacer millones de cosas ineludibles. Porque cuando el tiempo se detiene, o se estira, o deja de estar ahí o dejas de percibirlo, es cuando realmente lo aprovechas, quiero decir que después te das cuenta de que esas horas que pasaron sin ser consciente de ello fueron las mejor utilizadas, las más saboreadas, deleitándote en cada minuto sin saberlo. Uff, ya digo que podría aburriros con este asunto, así que aquí lo dejo.
Sorprendida de ver cuánta gente vive sin reloj. Yo me desengancho de él cuando puedo, que no son muchas veces, cada vez menos, por desgracia.
Ya me he dado cuenta, MJ, de que últimamente no hace falta (no te hace falta) que quedemos con días de antelación. Ya veremos qué pasa a partir de septiembre.
Besos (y hasta la vuelta).

12:48 a. m.  
Blogger . said...

¿Habeis probado a levantaros con el canto del gallo, comer cuando vuestras tripitas aullen de ganas de "gondumio", y acostaros cuando los parpados no se sujeten ni con palillos como en los dibujos animados?
Un placer...

1:23 a. m.  
Blogger . said...

No te puedes ni imaginar como me estoy divirtiendo a tu vera..., a veces me siento como con esa amiga que deje en el camino (por fuerza mayor) allá también en un pueblo de Salamanca.
Tu haces referencia a tu edad, y yo no quiero saberla, te siento como una adolescente a veces, al igual que yo, me divierto con tu humor, con tus ocurrencias, con tu inseparable compañia, tienes la edad que me reflejas, no quiero ni tu DNI, ni tu estado civil, sé que eres mami, pero el resto... ¡secreto!.
Eres MJ, dueña de un cortijo con una hermosa dehesa, alla en la tierra de los mejore embutidos, posees terneras, toros y gorrinos y tienes unos caballos generosos y nobles. Tu hacienda esta llena de encinas centenarias, y posees una charca donde se refugian aves de paso...
Yo te quiero como me muestras, el resto dejaselo a Hacienda...
Un beso, ¡relinda!

1:36 a. m.  
Blogger un_mar_de_calma said...

Hace ya 5 años que colgue el reloj en una balda. Por esas fechas, que convinaba el trabajo con el estudio sólo lo cogia para presentarme a los examenes y asi poder organizarme.

LO que se que apesar del ritmo acelarado que he tenido durante estos ultimos tres años, mi coche me marcaba las pautas a seguir,mi movil me recordaba como proseguir, y mi PC sentencia el tiempo para terminar los planos en plazo.

Para que tener un reloj si el ritmo que llebamos esta perfectamente fragmentado... :)


PD: se puede hacer todo sin reloj, que este es un artilugio estresante y malefico

9:39 a. m.  
Blogger MJ said...

No puedo, mar de calma, ni en mi trabajo. Tengo que tener siempre el reloj a mano porque el tiempo no es mi aliado.
Por eso, una de las maravillas de las vacaciones es no usarlo. Un beso.MJ

4:17 p. m.  

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