jueves, junio 01, 2006

Dependencia emocional

Soy emocionalmente dependiente. Qué quiero decir con esto??? Pues que para estar bien en un lugar, sea el que sea (la clase de idiomas, el café de los lunes o el cine...), necesito sentirme, de alguna manera, querida. Si no... no voy. Claro, siempre y cuando no sea el trabajo, al que nunca fallo, aunque no tenga mi dosis de cariñitos, (de adultos, digo, porque mis alumnos me adoran, lo sé)
Me molesta, hasta un cierto punto, esta necesidad mía, de estar arropada emocionalmente, de tener a mi lado gente que me aprecie y me haga sentir siempre, de una u otra forma, importante y así poder estar (más o menos) contenta.
Envidio a las personas que se distancian de los demás, que crean una especie de coraza, impenetrable al odio y al cariño, a los afectos y desafectos. Envidia, repito
No quiero decir, con esto, que todo el mundo me tenga que querer. Noooo. Ni puede ser posible, ni lo deseo (jo!, que hay gente que, mejor, que ni te mire)... aspiro, simplemente, a tener mi parcelita de aceptación, entre los que yo acepto. Saber que cuento, en cada sitio en el que me muevo, con una especie de protección emocional incondicional... pase lo que pase, tenga, yo, o no tenga razón (aún cuando me discutan, lo que suele suceder a menudo), ahí están, para sostenerme.
Y es que es grave. Hasta para beber unas copas, con lo que eso anima... si no me encuentro con cariñitos y complicidades... mejor lo dejo.MJ

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Considero que es terrible, porque sé perfectamente cómo es ese sentimiento de dependencia, y creo que yo voy aún más allá, y necesito MUCHO sentirme querida o apreciada o valorada y no sólo en directo sino también un poco más de lejos. Eso tiene que ser malo por definición. Tendría que ser lo suficientemente madura como para aceptarme sin necesidad de que lo hagan los demás primero. Porque además hay veces en que... ni por esas... (Pero otras sí, de verdad, esto es variable como la Bolsa). Un gran beso. Manuela

9:41 p. m.  
Blogger Ana said...

¡Pero cooomo me siento de identificada a veces contigo MJ!
Yo además, como persona insegura que soy tengo el problema añadido de no tener nunca muy claro si lo que la gente me da es cariño o indiferencia... Complicado :)
Yo también admiro a veces a esas personas-caparazón, pero quizá ellos solo parece que son inmunes, y luego sufren en silencio. Nosotros por lo menos sabemos que si estamos es porque estamos bien.
Besotes!

10:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Hola cariñito!La respuesta merecía un blog entero pero, resumiendo:te comprendo y comparto tu dependencia emocional(bueno,la mía) aunque en mi caso es peor pues necesito esa dependencia al mismo tiempo que no soporto depender de alguien lo cual me crea bastantes problemas.Lo peor quizás de lo que escribes sea justo el hecho de que en el trabajo, donde se pasa tanto tiempo, no circule en exceso la política de los mimos o del afecto (al menos nos quedan los alumnos)...¡Ánimo!Y no estoy siempre de acuerdo contigo pero te quiero lo mismo.Muac! Ibone

12:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pero, digo yo, a nadie le gusta estar en sitios en los que no es aceptado del todo, no? Bueno, si sales de copas (por muy animado que sea) con gente que pasa de ti o te mira mal (no creo que sea el caso, jeje), pues no apetece, no? A quién no le gustan los mimitos!!

El problema llega si eso te impide conocer a gente nueva, porque como no te miman desde el principio no vas... Pero tampoco es el problema, no?

Viva la dependencia de los que nos quieren!!

(Gracias por escribirme!! Me encantó verte allí!! Me sorprendió, incluso... Estoy más acostumbrada a verte en tu negro que en mi rosa, jeje)

4:28 p. m.  
Blogger sonia said...

Yo también me siento identificada con eso, y me pregunto ¿por qué vamos de duras cuando en realidad escondemos esa dependencia? Hacemos ver que estamos por encima de ciertas cosas cuando en realidad por dentro nos morimos de ¿vergüenza? ¿miedo? o llamémosle inseguridad. Besitos. Sonia

5:19 p. m.  
Blogger MJ said...

Supongo, apoyándome en lo que leo, que a casi todos nos pasa algo parecido, pero todos conocemos gente que "parece" que no necesita de nada ni de nadie, bien porque van sobrados (qué envidia), bien porque son tímidos y no les merece la pena el esfuerzo, y se quedan en su rincón. Bueno, al menos yo conozco...
Y encantada de verte de nuevo por aquí, Sonia... te estás haciendo asidua... Bien!!! y gracias.
Y seguir ahí, todas, no sólo en el blog... dependo emocinalmente de vosotras. Besitos.MJ

8:50 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home