Anoche soñé...
Anoche soñe contigo. No eras tú, si no... lo que yo siento que tú eres. Seguías tan ausente, tan lejano... para, de repente... sonreírme y deshacer el mundo.
Esta manía tuya de sorprenderme siempre, me persigue. Hasta en sueños lo consigues. Te vi ignorarme, y al instante, sin mediar gestos, ni palabras... me tomabas de la mano. Fue tal la impresión de desconcierto que desperté.
Soy capaz de revivir, en mis sueños, el interés o desinterés que, a veces, te tomas conmigo. Te invento, sólo, cuando estoy despierta, mientras duermo, recreo, desgraciadamente, lo vivido. Mi cerebro, siempre controlando, no me deja soñar imposibles.
Hasta para eso soy triste. MJ
Esta manía tuya de sorprenderme siempre, me persigue. Hasta en sueños lo consigues. Te vi ignorarme, y al instante, sin mediar gestos, ni palabras... me tomabas de la mano. Fue tal la impresión de desconcierto que desperté.
Soy capaz de revivir, en mis sueños, el interés o desinterés que, a veces, te tomas conmigo. Te invento, sólo, cuando estoy despierta, mientras duermo, recreo, desgraciadamente, lo vivido. Mi cerebro, siempre controlando, no me deja soñar imposibles.
Hasta para eso soy triste. MJ
3 Comments:
¡No digas eso, jo! ("Hasta para eso soy triste"). Si gracias a eso, a que tu cerebro no te deja soñar imposibles, eres mi "ídola" (como cantaba el domingo K. Veneno). Quién me iba a poner a mí los pies en la tierra, si no.
Besos.
A mí me gustas como eres: alegre o triste pero siempre irónica y contrastante. ¡Abandónate a los sueños! Beso! (Yo hoy me sueño sólo montañas de exámenes para corregir... No es el máximo de la alegría, ¿no te parece?)
gracias!!!!. MJ
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