martes, febrero 21, 2006

Huelga de bedeles

Afortunadamente, en esta vida que a veces se hace tan rutinaria, de vez en cuando pasan cosas que la hacen mucho más interesante.
Yo debía ser la única que estaba contenta. Supongo que era porque había dormido bien y me animaba el tener una mañana libre. Pero a mi alrededor todo era mal humor. Nos habíamos encontrado a las nueve de la mañana con todas las puertas de la facultad cerradas, y no son pocas: El palacio de Anaya, la Hospedería, Anayita, el Aulario... "¿Qué pasa?" "Huelga de bedeles" "¿Y de qué leches se quejan?" "Dicen que es hasta el jueves" "Vaya puente se han pillao los jodíos" "Estarán todos en Mallorca....". Es curioso cuando los alumnos no son los únicos pardillos: los profesores habían formado su grupito, un poco apartados. Alicia se quejaba por el madrugón.
- Podían haber puesto un cartel o algo.
- Pues sí, joder, cuando estábamos en el instituto y todos hacíamos huelga, avisábamos a los profesores el día anterior, para que no se pegaran el madrugón, y estos mamonazos nos tienen aquí a la puerta.
- Para que luego digan de los jóvenes. Qué lerdos éramos...
Fuimos a hablar con nuestro delegado, a ver qué nos contaba:
- Pues de momento la de historia de la lengua, que es la más lista, nos ha dicho: "bueno, mañana nos vemos" y se ha pirado antes que nadie.
Aprovechamos el momento de igualdad alumno&profesor para estrechar lazos con los docentes. El de semántica estaba en el grupito, al sol. Nos saludó al vernos:
- ¡Aquí estamos, buscando calor, como los gorriones! Os voy a decir lo que yo creo: lo mejor es que os marcheis porque aquí vais a acabar congelados.- Toda la razón, yo empezaba a no sentir los dedos de los pies. Se acercó el de literatura, que parecía dolido:
- ¡Es que no puedo entrar ni al despacho! Yo supongo que a las doce ya habrán abierto...- "Ilusiones vanas, Javier"-, pero si no hay alumnos, no puedo dar clase.
- Al menos la cafetería está abierta.- Dijo una compañera. Él sonrió:
- Esos son los servicios mínimos.- Y se alejó. Nos reunimos Soraya, Patryfú y algunas más: "Venga, es hora de irnos, que tenemos que leer el puñetero Criticón". Mañana a las nueve volveremos a estar allí, a ver si se dignan a aparecer los señores de las llaves, o va a ser verdad que se han cogido una semana de vacaciones así por las buenas.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Uola!! A ver si sé utilizar esto...

Hay veces que pienso que intuyo de manera fascinante y subconsciente ciertas cosas... qué bien que hoy fuera el día que elegí para no ir a semántica!! jeje.

Hasta el jueves? Yo de mayor quiero ser... bedela!! O gorrión, entre ambas cosas me debato.

Espero que se te dé bien EL Criticón, a mí me espera Harry y ya será el momento de Gracián más adelante.

Sé feliz!!

1:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jo, yo quiero una huelga de esa de bedeles, aunque solo fuera un día, un rato...
Y tienes razón, Annie, querida, lo que pasa es que los sentimientos se sienten, sin razón a veces y sin poderlos evitar, siempre. Pero ya sabes que lo mío, suele ser echarle ilusión a la vida (o no?, tal vez??).MJ

4:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Felicidades, Anaïs. Me estoy enganchando a estas cosas vuestras. Un beso.

11:23 p. m.  

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