domingo, junio 25, 2006

Tu puerta

Que ya no lloro, que ya te olvido, que soy adulta, y lo tengo sabido.
Que ya sé que no me quieres, que, ya, no te molestas ni en mirarme, que, estoy segura, que ni un segundo, de tu tiempo, me merezco.
Que por mí no te preocupes, que, seguro que, yo sola, encuentro en que ocupar mis pensamientos.
Que sepas, que antes de encontrarte, vivía, y ahora volveré a vivir....
Pero no puedo evitar, cada día, pasar por delante de tu puerta, rozarla con las yemas de mis dedos, respirar... y desear verte de nuevo como antes, para siempre. En algún momento, esa puerta me ató a ella con algún ecantamiento, me atrae, me lleva, me abandona y me destruye... porque no puedo evitar, cada día, pasar por delante de tu puerta.MJ

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo adoro los encantamientos... Y creo que no hay nada en la vida como vivir con pasión todas las cosas, incluso las más insignificantes. También estoy convencida de que lo que se siente amando a alguien es mucho más poderoso en nuestro cerebro que lo que se siente cuando se es objeto de amor de ese alguien... ¿Me he liado? Quizás pero es que el mundo de los sentimientos es un auténtico lío, ¿no? Besitos.

3:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Pelín mosqueada? Pues mejor para tí, porque eso da una fuerza... Tiene toda la pinta de que te toca los güevos... la situación, lo que sea.
Me alegro por tí si a la larga eso es bueno para tí. Apuesto por ello.
Besos.

4:01 p. m.  
Blogger MJ said...

Pues sí... Ibone, creo que para uno es mejor amar (aunque te correspondan, jejjeje) que ser amado y no corresponder (vaya marrón). Y no te creas Manuela, ni tan cabreada como debiera ni tan colgada como parece (ficticio que sigue siendo). Besos a unas de mis mejores comentaristas. Os quiero.MJ

9:13 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home